jueves, 31 de agosto de 2017

ACTIVIDADES DE ESTUDIANTES -HOT POTATOES

DESARROLLO DE OBJECTOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE

HOT POTATOES

OBJETOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE

JCLOZE-----HUECOS , ESPACIOS EN BLANCO PARA QUE EL ESTUDIANTE RELLENE

JMATCH--- APAREAMIENTO DE CONCEPTOS DE UNA COLUMNA CON OTRA

JCROSS---CRUCIGRAMAS

JMIX--- PERMITE ESCOGER FRASES CORRECTAS ENTRE VARIOS ENUNCIADOS

JQUIZ---PERMITE ESCOGE RESPUESTAS MEDIANTE UNA SERIE DE CUESTIONARIO

https://www.dropbox.com/preview/index.htm?role=personal


ESTUDIANTES PRACTICANDO


VIDEO-CUENTOS


EL LOBO Y LOS SIETE CABRITOS

LOS TRES CERDITOS


EL PATITO FEO



RICITOS DE ORO


RAPUNZEL


LA SIRENITA
LAS VOCALES


MONOSILABO DE LA Ñ




VIDEOS-CUENTOS




ETAPAS DE LAS LECTOESCRITURA


PARA QUE TE ANIMES A LEER

mono silabo de la ñ




SÍMBOLOS DE LA INSTITUCIÓN EL SALVADOR SEDE SEVILLA

SÍMBOLOS DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA EL SALVADOAR

BANDERA: 

Consta de dos franjas iguales:  
La superior anaranjada y la inferior verde oscura.

La anaranjada: Significa la pasión  por la vida, es energía de creación y conocimiento, empuja a que nuestros ideales se hagan realidad,es el que nos impulsa a crear por Dios y para Dios y disfrutar con ello mediante la satisfacción personal. 

La verde: Significa la fuerza, entereza, entusiasmo y la voluntad que nos lleva a alcanzar las metas, permitiendo la armonía y tolerancia que busca la institución.


ESCUDO:




El escudo esta dividido en tres partes:en la parte superior derecha, el libro abierto significa sabiduría, motivación, deseo de conocimiento, ciencia y apertura a un mundo globalizante, en contraste,en la parte superior izquierda se encuentra la imagen de una cruz con rayos de luz como símbolo de una verdadera cátedra, pues nos presenta a un Dios trascendente pero cercano y al igual como objeto de iluminación de nuestra vida, dándonos esperanza y enseñándonos el camino de cada día; estos dos símbolos poseen de fondo los colores de la bandera de la institución, naranjado y verde, respectivamente. En la parte inferior se encuentra un paisaje lleno de montañas, mostrando la tierra enriquecida de la cual hacemos parte y nos hemos rodeado siempre, como guardianas de la educación.
Tanto en la parte superior como inferior hay una cinta, con distintos mensajes cada una: la superior es el lema de nuestra institución y la inferior describe el nombre y ubicación de la misma.

HIMNO:

CORO
Mi institución educativa el salvador cuna de amistad y amor.
 Te admiramos, te queremos, y estaremos junto a ti, eres luz de nuestra de vida como padre protector (vis).

Casa de puertas abiertas abrigas respeto y gratitud, acoge diariamente a tus hijos, fortaleza, sapiencia y virtud.
Encierra sabiduría que entregas a diario con honor, eres ciencia, deporte y comprensión, tus maestros ofrecen lo mejor.

CORO

Mi institución educativa el salvador cuna de amistad y amor.
 Te admiramos, te queremos, y estaremos junto a ti, eres luz de nuestra de vida como padre protector (vis).

Unidos como hermanos vamos siempre adelante sin temor, a forjar un largo por venir recogiendo semillas con tesón.
Mi institución educativa el salvador centro de paz y del saber.

 Llevare siempre tu nombre guardado en mi corazón tú serás mi buena guía, por amor volveré a ti (vis).

CORO

Mi institución educativa el salvador cuna de paz y amor.
 Te admiramos, te queremos, y estaremos junto a ti, eres luz de nuestra de vida como padre protector (vis).



Símbolos del municipio Pueblorrico


símbolos de Colombia



Emblemas de Colombia




CUENTOS

CUENTE ----CUENTE...

EL LOBO Y LOS SIETE CABRITOS

Érase una vez una vieja cabra que tenía siete cabritas, a las que quería tan tiernamente como una madre puede querer a sus hijos. Un día quiso salir al bosque a buscar comida y llamó a sus pequeñuelas. "Hijas mías," les dijo, "me voy al bosque; mucho ojo con el lobo, pues si entra en la casa os devorará a todas sin dejar ni un pelo. El muy bribón suele disfrazarse, pero lo conoceréis enseguida por su bronca voz y sus negras patas." Las cabritas respondieron: "Tendremos mucho cuidado, madrecita. Podéis marcharos tranquila." Despidióse la vieja con un balido y, confiada, emprendió su camino.


No había transcurrido mucho tiempo cuando llamaron a la puerta y una voz dijo: "Abrid, hijitas. Soy vuestra madre, que estoy de vuelta y os traigo algo para cada una." Pero las cabritas comprendieron, por lo rudo de la voz, que era el lobo. "No te abriremos," exclamaron, "no eres nuestra madre. Ella tiene una voz suave y cariñosa, y la tuya es bronca: eres el lobo." Fuese éste a la tienda y se compró un buen trozo de yeso. Se lo comió para suavizarse la voz y volvió a la casita. Llamando nuevamente a la puerta: "Abrid hijitas," dijo, "vuestra madre os trae algo a cada una." Pero el lobo había puesto una negra pata en la ventana, y al verla las cabritas, exclamaron: "No, no te abriremos; nuestra madre no tiene las patas negras como tú. ¡Eres el lobo!" Corrió entonces el muy bribón a un tahonero y le dijo: "Mira, me he lastimado un pie; úntamelo con un poco de pasta." Untada que tuvo ya la pata, fue al encuentro del molinero: "Échame harina blanca en el pie," díjole. El molinero, comprendiendo que el lobo tramaba alguna tropelía, negóse al principio, pero la fiera lo amenazó: "Si no lo haces, te devoro." El hombre, asustado, le blanqueó la pata. Sí, así es la gente.

Volvió el rufián por tercera vez a la puerta y, llamando, dijo: "Abrid, pequeñas; es vuestra madrecita querida, que está de regreso y os trae buenas cosas del bosque." Las cabritas replicaron: "Enséñanos la pata; queremos asegurarnos de que eres nuestra madre." La fiera puso la pata en la ventana, y, al ver ellas que era blanca, creyeron que eran verdad sus palabras y se apresuraron a abrir. Pero fue el lobo quien entró. ¡Qué sobresalto, Dios mío! ¡Y qué prisas por esconderse todas! Metióse una debajo de la mesa; la otra, en la cama; la tercera, en el horno; la cuarta, en la cocina; la quinta, en el armario; la sexta, debajo de la fregadera, y la más pequeña, en la caja del reloj. Pero el lobo fue descubriéndolas una tras otra y, sin gastar cumplidos, se las engulló a todas menos a la más pequeñita que, oculta en la caja del reloj, pudo escapar a sus pesquisas. Ya ahíto y satisfecho, el lobo se alejó a un trote ligero y, llegado a un verde prado, tumbóse a dormir a la sombra de un árbol.

Al cabo de poco regresó a casa la vieja cabra. ¡Santo Dios, lo que vio! La puerta, abierta de par en par; la mesa, las sillas y bancos, todo volcado y revuelto; la jofaina, rota en mil pedazos; las mantas y almohadas, por el suelo. Buscó a sus hijitas, pero no aparecieron por ninguna parte; llamólas a todas por sus nombres, pero ninguna contestó. Hasta que llególe la vez a la última, la cual, con vocecita queda, dijo: "Madre querida, estoy en la caja del reloj." Sacóla la cabra, y entonces la pequeña le explicó que había venido el lobo y se había comido a las demás. ¡Imaginad con qué desconsuelo lloraba la madre la pérdida de sus hijitas!

Cuando ya no le quedaban más lágrimas, salió al campo en compañía de su pequeña, y, al llegar al prado, vio al lobo dormido debajo del árbol, roncando tan fuertemente que hacía temblar las ramas. Al observarlo de cerca, parecióle que algo se movía y agitaba en su abultada barriga. ¡Válgame Dios! pensó, ¿si serán mis pobres hijitas, que se las ha merendado y que están vivas aún? Y envió a la pequeña a casa, a toda prisa, en busca de tijeras, aguja e hilo. Abrió la panza al monstruo, y apenas había empezado a cortar cuando una de las cabritas asomó la cabeza. Al seguir cortando saltaron las seis afuera, una tras otra, todas vivitas y sin daño alguno, pues la bestia, en su glotonería, las había engullido enteras. ¡Allí era de ver su regocijo! ¡Con cuánto cariño abrazaron a su mamaíta, brincando como sastre en bodas! Pero la cabra dijo: "Traedme ahora piedras; llenaremos con ellas la panza de esta condenada bestia, aprovechando que duerme." Las siete cabritas corrieron en busca de piedras y las fueron metiendo en la barriga, hasta que ya no cupieron más. La madre cosió la piel con tanta presteza y suavidad, que la fiera no se dio cuenta de nada ni hizo el menor movimiento.

Terminada ya su siesta, el lobo se levantó, y, como los guijarros que le llenaban el estómago le diesen mucha sed, encaminóse a un pozo para beber. Mientras andaba, moviéndose de un lado a otro, los guijarros de su panza chocaban entre sí con gran ruido, por lo que exclamó:
"¿Qué será este ruido
que suena en mi barriga?
Creí que eran seis cabritas,
mas ahora me parecen chinitas."

Al llegar al pozo e inclinarse sobre el brocal, el peso de las piedras lo arrastró y lo hizo caer al fondo, donde se ahogó miserablemente. Viéndolo las cabritas, acudieron corriendo y gritando jubilosas: "¡Muerto está el lobo! ¡Muerto está el lobo!" Y, con su madre, pusiéronse a bailar en corro en torno al pozo.


RICITOS DE ORO


Una tarde se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a recoger flores. Cerca de allí había una cabaña muy linda, y como Ricitos de Oro era una niña muy curiosa, se acercó paso a paso hasta la puerta de la casita. Y empujó.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.

Encima de la mesa había tres tazones con leche y miel. Uno, grande; otro, mediano; y otro, pequeñito. Ricitos de Oro tenía hambre y probó la leche del tazón mayor.

- ¡Uf! ¡Está muy caliente!
Luego probó del tazón mediano.
- ¡Uf! ¡Está muy caliente!
Después probó del tazón pequeñito y le supo tan rica que se la tomó toda, toda.

Había también en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero ésta era muy alta. Luego fue a sentarse en la silla mediana, pero era muy ancha. Entonces se sentó en la silla pequeña, pero se dejó caer con tanta fuerza que la rompió.
Entró en un cuarto que tenía tres camas. Una era grande; otra era mediana; y otra, pequeñita.
La niña se acostó en la cama grande, pero la encontró muy dura. Luego se acostó en la cama mediana, pero también le pereció dura.

Después se acostó en la cama pequeña. Y ésta la encontró tan de su gusto, que Ricitos de Oro se quedó dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche

Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre. Otro era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito pequeñín. El Oso grande gritó muy fuerte:
-¡Alguien ha probado mi leche!
El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:
-¡Alguien ha probado mi leche!
El Osito pequeño dijo llorando y con voz suave:
-¡Se han tomado toda mi leche!
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabían qué pensar. Pero el Osito pequeño lloraba tanto que su papá quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora iban a sentarse en las tres sillitas de color azul que tenían, una para cada uno.
Se levantaron de la mesa y fueron a la salita donde estaban las sillas.
¿Que ocurrió entonces?



El Oso grande grito muy fuerte:


-¡Alguien ha tocado mi silla!
El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:
-¡Alguien ha tocado mi silla!
El Osito pequeño dijo llorando con voz suave:
-¡Se han sentado en mi silla y la han roto!
Siguieron buscando por la casa y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo:
-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
El Oso mediano dijo:
-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:

-¡Alguien está durmiendo en mi cama!
Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asustó tanto que dio un brinco y salió de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita, saltó por ella Ricitos de Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su casa.

ACERTIJOS EN MATEMÁTICAS

PIENSA ANTES



01. ¿Cuál es el número que si lo pones al revés vale menos? 
02.¿Cuál es el número que si le quitas la mitad vale cero?
03. Hay gatos en un cajón, cada gato en un rincón, cada gato ve tres gatos ¿sabes cuántos gatos son?
04. ¿Qué pesa más un kilo de hierro o un kilo de paja?
05. Si estás participando en una carrera y adelantas al segundo, ¿en qué posición terminarás la carrera?
06. De siete patos metidos en un cajón, ¿cuántos picos y patas son?
07. En un árbol hay siete perdices; si un cazador dispara y mata dos. ¿Cuántas perdices quedan en el árbol?
08. A un árbol subí, donde manzanas había, si manzanas no comí y manzanas no dejé. ¿Cuántas manzanas había?
09. Si digo cinco por cuatro veinte, más dos, igual a veintitrés. ¿Es verdad o mentira?
10. Si digo cinco por ocho cuarenta, más dos, igual a cuarenta y cuatro. ¿Es verdad o mentira?

Soluciones

01. El nueve.
02. El ocho.
03. Cuatro gatos.
04. Pesan lo mismo. 
05. El segundo.
06. Dos picos y cuatro patas, porque sólo "metí dos" en el cajón.
07. Ninguna, porque las cinco perdices que quedan vivas se van todas volando.
08. Había dos manzanas y me comí una.
09. Verdad. 5 x 4,20 + 2 = 23
10. Verdad. 5 x 8,40 + 2 = 44




ACERTIJOOOOO...

Un pato y un niño nacen el mismo día. Al cabo de un año ¿cuál es mayor de los dos?
El pato, porque tendrá un año y pico.
Un león muerto de hambre,
¿de qué se alimenta?
De nada, porque está muerto.

En una carrera en el mar,
¿quién llegará el último?
El del-fín.
El boticario y su hija, el médico
y su mujer, comieron nueve
pasteles y todos tocaron a tres.
¿Cómo puede ser?
Porque la hija del boticario es también la mujer del médico.
De siete patos metidos en un cajón, ¿cuántos picos y patas son?
Dos picos y cuatro patas,
porque sólo "metí dos"
en el cajón.
¿Que nombre de mujer
cae entre dos notas?
Micaela
¿Qué da la vaca cuando está flaca?
Da pena.
¿Por qué las cigüeñas encogen una pata para dormir?
Porque si encogieran las dos se caerían.
¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?
Blanco


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